martes, 2 de junio de 2015

.


La ergonomía es vital en la práctica deportiva del ciclismo, muy por encima del valor que se le otorga actualmente. La falta actual de esta prevista relevancia viene dada, fundamentalmente, porque hasta ahora las opciones que se tenían eran económicamente limitantes, y en ocasiones resultan con un grado de éxito limitado por una deficiente ejecución de algún o algunos pasos del protocolo a seguir. Faltaba pues en definitiva poner la propia ergonomía y su conocimiento en valor, no el envoltorio, ni el escenario, ni el protagonista. El valor lo tiene el conocimiento. No en forma de material, ni instrumental, ni puesta en escena, sino como método y proceso simplificado en sí mismo.

Además el espectacular desarrollo aportado por esta disciplina tecnológica al ciclismo está condenado al éxito, entendido éste como una integración total en el fenómeno de la prescripción y programación del movimiento humano.

La ergonomía es importante porque puede dar soluciones a los problemas de salud (lesión) o de confort derivados de realizar movimientos para los que no estemos totalmente adaptados o preparados, además de ayudar a ahorrar energía requerida para hacer un mismo ejercicio o gesto.

En muchas ocasiones es el propio ciclista  el causante de su lesión, porque una métrica errónea, o un material inadecuado le ha enseñado/programado un patrón de movimiento de pedaleo que le hace daño. Y por lo general aunque el ciclista varíe la métrica el vicio sigue sucediéndose pedalada a pedalada y eso le impide evolucionar sino arregla el origen preciso, no solo atendiendo a la bici, sino también a él mismo.

La biomecánica empleada en el proceso ha de detectar cuales son las posibilidades de movimiento reales, seguras  y efectivas para después diseñar un patrón de movimiento en correspondencia con las posibilidades individuales halladas y corregir situaciones dolorosas o potencialmente peligrosas en un gesto deportivo para un individuo en concreto. Y así reprogramar el patrón motor del movimiento para garantizar que se asimilan las soluciones de forma que el gesto se corrija de un modo consciente.

A diferencia de otras áreas relacionadas y participes del proceso de la actividad física, como el entrenamiento o la fisiología, la ergonomía ofrece soluciones a muy corto plazo a problemas valorados como relativamente importantes por parte de los practicantes. Cuando no se puede realizar el movimiento que se pretende, o se hace con incomodidad, la sensación es de incapacidad y resulta altamente frustrante no ser eficiente en esa tarea que se ha programado.

El modelo de referencia estético no podrá ante el empuje del confort y la adecuación de los materiales.  Esto es el futuro, porque el “confort útil” es un valor que cobrará más importancia que ningún otro para realizar actividad física, desbancando a las virtudes estéticas huecas que quedarán para el practicante menos evolucionado.